Con el trascurrir de las semanas desde que inició esta cuarentena como medida preventiva para la pandemia que tiene de rodillas al mundo y en especial a Colombia nos dimos cuenta de lo frágil que es nuestro sistema hospitalario aun sin alcanzar el pico de la pandemia del coronavirus COVID – 19.
Tanto así, que en estos últimos días en Bogotá se presentó una discusión por los respiradores para dotar las unidades de cuidados intensivos (UCI) entre el presidente de la republica Iván Duque y la alcaldía de Claudia López. Por las preocupantes cifras en ascenso de contagio, la alcaldesa pidió que la capital del país regresara a una cuarentena estricta, pues ya estaba llegando al temible momento en que el sistema hospitalario colapsara en la capital. En medio de esa discusión, el presidente entregó rápidamente 300 de estos aparatos respiratorios, vitales en la lucha contra el Covid – 19, para no superara la línea roja del 75 % de ocupación en las ucis. Caso que no ocurrió, por el contrario, el viernes la capital amaneció con una cifra aproximada del 77 %.
Ahora bien, al parecer las razones por las cuales se alcanzó esta cifra del 77% según el burgomaestre de la Capital, aun a pesar de la entrega de los aparatos respiratorios fue que en 30 ucis de dos IPS privadas no cuentan con todo el equipo humano adecuado y fueron retiradas del inventario de ucis disponibles. Entonces el verdadero problema sería que no hay personal de salud para tantas ucis.
Podríamos concluir entonces que en Colombia y especialmente en Bogotá el problema no son la falta de medios sino el personal calificado para operar los aparatos respiratorios debido a que no se ha planificado de la manera más segura la atención de los enfermos del coronavirus Covid – 19.
Moraleja de qué sirve el auto de fórmula Uno, sino se cuenta con un buen piloto. La educación primero que cualquiera otra cosa, para contar con excelentes profesionales médicos antes que todo y le puedan prestar un buen servicio a la humanidad.
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